Hace un tiempo entendí que si seguía ganando y perdiendo dinero por igual, iba a terminar paseando por la ciudad con un carrito de la compra. Paréntesis. En Barcelona, he notado que algunos mendigos, que ya se sabe que siempre llaman mi atención, caminan acompañados de un carrito de la compra. Los estuve observando y al que se pone frente a mi oficina a pedir, le pregunté para qué los usan. Resulta que es una herramienta de trabajo para recoger cosas que otra gente ya no necesita. Sigo. La idea de mi misma llevando el carrito por la Diagonal no me emocionó así que pensé "se acabó el despilfarro" y justo en ese momento de firme decisión, olí el que es, desde entonces, mi perfume favorito. Así es de contradictoria mi existencia, paseando por Chanel mientras reflexiono sobre mi potencial mendicidad. ¡Qué putada! Me fui a casa triste. Sí, lo acepto, triste. Víctima de esta sociedad odiosa y banal donde tengo que echarme colonia. Me hice un cigarro y empecé a pensar en cómo podría conseguir ese perfume sin pagar por él. No quería esperar a Navidad ni tampoco robarlo porque yo sólo robo libros... y por convicción. Como no se me ocurría nada bueno para lograr mi objetivo, decidí olvidarlo. Y no pude. El perfume soñado por fin había llegado a mi vida y estaba ahí, a unas pocas calles de mi casa gritando desde su pequeño escaparate del corte inglés "¡Dani, llévame contigo!". Como una madre con el hijo perdido, llena de desesperación, se me ocurrió una idea. La solución pasa por hacer un mapa de las perfumerías de la ciudad, caminar mucho, y actuar un poco. Recomiendo usar google maps y zapatillas de deporte. Llegué a Sephora con mi plan entre manos y esa cara que pongo cuando sé que voy a conseguir lo que quiero. Busqué a una chica de negro que tuviera pinta de ingenua y le dije "¿Puedo preguntarte por un perfume?" A continuación debes dudar y usar frases como "Quizás este sea el ideal" "Es floral, ¿no?" "Sí, creo que este me gusta" El siguiente punto es intentar crear cierta complicidad. "¿Crees que podría usarlo para una ocasión especial?" y a continuación pedirle una muestra "porque ya me he perfumado hoy y quisiera probarlo mañana" si lo has hecho bien, es posible que hasta te regale 2 (me ha pasado). Calma, piensa que normalmente estas chicas saben que no van a heredar la franquicia así que no les va a importar cederte un poquito de perfume. Durante tres días caminé por todos los Sephora de Barcelona y demás tiendas de perfumes con gente amable. En casa, llené un dosificador de 100 ml viejo con las muestras conseguidas y aunque ustedes no lo crean, huelo a todas las pinches flores de Chanel sin haber gastado nada. Suerte y... ¡buena pobreza para todos!
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April 2018
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