Las manos del pianista que nunca aprendió a tocar y la voz del cantante que no enamora a la actriz, se unen en la agridulce palabra del farsante.
Dulce mentira la suya… “ardida batalla de gigantes sobre la tierra seca de un mundo que se quedó muy pequeño” La mirada llena de vida de la mujer que no sabe amar y la palabra vacía del amante sin maneras. El sabor de la comida del pobre y la sucia humanidad del libre. Son los artistas del juego más lento que se haya visto en la isla; protagonistas de las comedias contadas por la boca del farsante. La elevada sensación de estar curado, que se esfuma cuando el viento sopla suave y una brisa limitante en la espalda del preso. Los caminos inventados del enfermo y la innecesaria perfección muscular del común. Son básicas figuras del relato más corto jamás contado. Obras completas en reventa y la más pura expresión del farsante. El farsante. El único escritor que, con sus historias, me acaba.
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autoraTextos cortos, prosa poética y poesía. Archivos
April 2024
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