A veces no tengo fuerza.
El recuerdo de tu voz sorprendida y esa duda que rechina entre tus dientes cuando preguntas "¡¿Qué quieres?!" como si no lo tuviera todo en tus ojos: el frío del invierno amenazante y la luz de la tarde que es nostalgia en la tierra. A veces no tengo fuerza y me cuesta contarlo. Y en la noche que vibra y en el día que calma, invoco al mar que te extraño. Canto a la dama siniestra canciones de desengaño, cuento la historia oscura, lloro a la muerte y lluevo a la vida. ¡Tu vida! A veces no tengo fuerza y prefiero negarlo. Absorbida por el poder de la niña dura, que espantada por el viento, se mira en un espejo roto. Me posee el viejo ímpetu de la desesperación y con la crueldad bañada en rojo, me entrego a un espacio infinito de mágica irrealidad.
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autoraTextos cortos, prosa poética y poesía. Archivos
April 2024
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