El sentimiento de juventud en mi cuerpo cuando giro mi vida a un lado para empezar a contar verdades
y el aire de una ciudad más limpia que mi recuerdo, son las cosas que me hacen eterna. Son las horas vacías esperando un desenlace y la lucha de la razón y la dicha completando espacios en paredes coral. Es la voz de la soledad sentada en vano en tierras desconocidas y la lucidez del perdido que llama sin tener respuesta. Son los ojos remojados en alcohol de la viuda del entierro y el llanto de la amante escondida entre tinieblas. Es la tierra atragantada de secretos, enviando gusanos al oscuro para borrar sus huellas. Es el cielo y sus colores, reflejo de la agonía de una vida perdida. Otra vida, otro ardor, otra historia sin contexto. Una vez más, la batalla de fogueo superando a la guerra y la revancha de los sanos relinchando burlones que perdimos. Perdimos... Es la luz de la noche confundida entre el verde y la paz de lo nuevo apareciendo en el monte. Son los días que pasan y las horas que cuento, las personas que hablan y sus almas mintiendo. El corazón del fuego y los pasos cansados del viento chocando contra la piel del rendido. Es el latido, es el clamor del latido. Ola de vida incansable. Incansable.
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autoraTextos cortos, prosa poética y poesía. Archivos
April 2024
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