El viento suave luchando por ser fresco se acerca hasta mi piel, trayéndome regalos. Viaja en el tiempo llevando todos los olores conocidos de esta ciudad infinita.
En lo alto del edificio, mezclo el aire con tabaco, siento el sol amenazante y busco la frescura de un campo que no veo. Hay un cactus frente a mi que ruega ser tocado; nadie quiere acariciarle, todos temen sus espinas. Pocos son los que han notado, que si es lenta la caricia, tiene un tacto delicioso. Mis dedos en su textura y parece aun mas hermoso; lo toco sin temor, viendo cómo lo que podría ser doloroso, es ahora placentero. Me gusta la naturaleza y me gustan sus espinas. Hay alguien que también es como él. Hay alguien a quien no temo tocar. Un alma que duele sobre la que me puedo tumbar sin hacerme daño. El viento suave me trae su voz: me despido sin tristeza del olor, del campo imaginado, del sol y sus amenazas, de las flores y del cactus. La realidad junto al espinoso, es por una vez, más maravillosa que mis sueños.
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April 2024
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